12 de Junio de 1971 

Carta Tosco - Ongaro 

Buenos Aires – República Argentina

Cárcel de Villa Devoto

Junio 12 de 1971 

Al Presidente de la Central Única de Trabajadores (C.U.T.)

Compañero Luis Figueroa

Santiago – Chile

Estimado Compañero:

Día a día, de uno u otro modo, en todo momento y lugar nuestra solidaridad dice presente allí donde los compañeros y el pueblo de nuestra Patria sufren hambre, son perseguidos o se les pretende impedir la construcción de un mundo nuevo, libre de agresiones y vencido el sistema deshumanizante de los dueños del capital.

También en las jornadas felices o amargas que conducen a la liberación de los explotados, nos hicimos presentes con la fuerza del corazón o abrazándolos en vuestra propia tierra que nos recibió llamándonos hermanos para proclamar la unidad de acción de los trabajadores chilenos, argentinos y de todos los latinoamericanos, cuyos fines históricos son los mismos, enfrentando iguales enemigos, resistiendo con entereza los mismos dolores de los que marchamos hacia ese destino donde el poder será del pueblo.

Hoy, nuevamente encarcelados aunque no somos los únicos, por cumplir el mandato de los trabajadores y ser leales a las bases del movimiento obrero, no podemos dejar de reiterar nuestro reconocimiento a todos los que como ustedes nos manifiestan fervorosos aliento fraternal. Y aunque privados de poder comunicarnos como en recientes fechas de victoria para vuestro pueblo, que las compartimos con igual alegría; ello no ha de imposibilitar la llegada de estas líneas para expresarle a usted y por su intermedio a los trabajadores y al pueblo de Chile el siguiente mensaje:

1)Dentro de la precariedad de nuestra situación nos hemos enterado y seguido esa fe en vuestra firmeza, el proceso de intento de conmoción institucional que siguió a la muerte del ex ministro Eduardo Pérez Zujavio.

2) También tuvimos conocimiento de la inmediata declaración del estado de alerta resuelto por la Centra Única de Trabajadores de Chile, como asimismo de todas las medidas adoptadas por el gobierno que preside el Dr. Salvador Allende para impedir el aprovechamiento de esta circunstancia por sus permanentes instigadores, la reacción chilena, el imperialismo internacional y su principal agente de provocación en Latinoamérica, la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

3) Comprobamos con esto los desesperados intentos de las fuerzas retrógradas de Chile, aliadas a los grandes monopolios imperialistas, procurando confundir y destruir el proceso auténticamente democrático y revolucionario que libre y soberanamente determinó el pueblo chileno.

No es posible ignorar que en pocos meses se ha concretado la recuperación de casi la totalidad de las riquezas básicas, la aceleración de la reforma agraria, la estatización del sistema bancario y del comercio exterior, una política de autodeterminación y amistosas y fructíferas relaciones con todos los países del mundo. Debe agregarse a todo ello el crecimiento de la producción y la elevación del poder adquisitivo y en el consumo del pueblo chileno, entre las más importantes realizaciones cuya meta es la construcción del socialismo.

4) Porque la sufrimos en carne propia, advertimos como esa política de penetración y saqueo se aplica para mantener sojuzgados en particular a los pueblos y naciones de América Latina, se intensifica con brutales provocaciones en los países que, como en Chile, se desprenden gloriosamente del trabajo y la explotación para construir una nueva sociedad al servicio de todo el pueblo, en especial de los sectores más postergados.

5) Una vez más habrán de fallar las especulaciones e intrigas de quienes pretenden arrastrar a las fuerzas populares y revolucionarias de Chile al juego de las minorías reaccionarias. Tampoco tenemos la más mínima duda de que los trabajadores y el pueblo chileno sabrán responder con histórica firmeza y energía, en todos los terrenos, si la conjura que alientan los que no se resignan a perder sus privilegios como posibilidad concreta de distorsionar o impedir el proceso de liberación que paso a paso se está cumpliendo en Chile.

6) Ratificamos, como todo el pueblo hermano chileno lo reconoce, que la liberación de un país latinoamericano con ser obra esencial de ese propio pueblo, está condicionada también al grado de solidaridad que los demás pueblos para su preservación, consolidación y fortaleza.

7) Nosotros cruzamos la cordillera que nos une en el recuerdo sus vibrantes combates por la independencia americana y a nuestro homenaje a los héroes que derramaron su sangre por la liberación se agregaba, el 3 de noviembre de 1970, la alegría que con ustedes compartimos por la asunción del gobierno de la Unidad Popular. Respetuosos del camino elegido por el pueblo chileno del mismo modo con que siempre Chile respetó la marcha de sus hermanos de cualquier lugar de la tierra, fuimos testigos y sentíamos igualmente muy de cerca la profunda esperanza de todo un pueblo, de que conduciría sus grandes realizaciones desde el plano gobernativo sustentado en su propia base.

En aquella fecha, en medio de multitudinarias manifestaciones que ocupaban plazas y calles, dimos nuestra solidaridad en nombre del verdadero pensamiento y sentimientos de la clase trabajadora argentina, que habrá de reiterarlo cuantas veces sea necesario.

8) Aunque nunca estuvieron solos, aunque ahora no podamos transitoriamente llegar, háganos un lugar; hoy como ayer, desde aquel histórico abrazo de San Martín y O’Higgins, el pueblo argentino con millones de abrazos se siente hermanado y solidario con el pueblo chileno. Hoy como ayer, la clase trabajadora argentina se siente hermanada y solidaria con la clase trabajadora chilena. Hoy como ayer, argentinos y chilenos, con férrea voluntad para hacer frente a la reacción antinacional e internacional que golpea y pretende seguir explotando a nuestros pueblos, ratificamos nuestro compromiso militante de fortalecer esa hermandad y solidaridad por la defensa de irrenunciables derechos de la clase trabajadora y del pueblo de Argentina, Chile y de todos los pueblos latinoamericanos y del mundo que avanzan hacia la victoria, por la liberación nacional y social y el pueblo en el poder.

Como siempre y hasta todo momento, saludamos con fe a todos los compañeros de la Central Única de Trabajadores de Chiles.

 

AGUSTIN TOSCO      RAIMUNDO ONGARO